La soberbia de tu corazón te ha engañado
No vayas a mirar la ruina de los demas en el dia de su desgracias
No te alegres al ver el dia de su angustia, no te rias de su miseria
No entres a las ciudades en dia malo
No te alegres por la desgracias
Ni tomes sus riquezas en el dia de la desventura
(no aprovecharse)
No te pongas en la salida para matar a los que huyen
Ni entregues a los sobrevivientes en el dia de su angustia
Como tu has hecho asi se te hara
Sobre tu cabeza recaera tu merecido
(abdias, pag 838)