Aquel agente de policía, por ser humano, quería sentirse importante; cuando yo empecé a condenar mi proceder, la única forma en que él podía satisfacer su deseo de importancia era la de asumir una actitud magnánima.
Diga usted de sí mismo todas las cosas derogatorias que sabe
está pensando la otra persona, o quiere decir, o se propone decir, y dígalas
antes de que él haya tenido una oportunidad de formularlas, y le quitará la
razón de hablar. Lo probable -una probabilidad de ciento a uno-
es que su contendor asuma entonces una actitud generosa, de perdón, y trate de restar importancia al error
por usted cometido, exactamente como ocurrió en el episodio del policía montado.
Hay un cierto grado de satisfacción en tener el valor de admitir
los errores propios. No sólo limpia_el aire de culpa y actitud defensiva, sino
que a menudo ayuda a resolver el problema creado por el error.
Cualquier tonto puede tratar de defender sus errores -y casi
todos los tontos lo hacen-, pero está por encima de los demás, y asume un
sentimiento de nobleza y exaltación quien admite los propios errores.
3.4.- Una gota de miel
Si se
irrita usted y dice unas cuantas cosas a otra persona, usted descarga sus
sentimientos. Pero, ¿y la otra persona?
¿Compartirá acaso ese placer
suyo? ¿Le será fácil convenir con usted, al oír sus arranques belicosos, y su
actitud hostil?
"Si vienes hacia mí con los puños cerrados -dijo Woodrow
Wilson- creo poder prometerte que los míos seaprestarán más rápido que los
tuyos; pero si vienes a mí y me dices:
`Sentémonos y conversemos y, si estamos en desacuerdo,
comprendamos por qué estamos en desacuerdo, y precisamente en qué lo estamos',
llegaremos a advertir que al fin y al cabo no nos hallamos tan lejos uno de
otro, que los puntos en que diferimos son pocos y los
puntos en que convenimos son muchos, y que si tenemos la
paciencia y la franqueza y el deseo necesario para ponernos de acuerdo, a ello
llegaremos."
"estoy
orgulloso de encontrarme aquí", "después de visitaros en vuestros
hogares", "no nos encontramos aquí como extraños, sino como
amigos", "espíritu de mutua amistad", "nuestros intereses
comunes", "sólo por vuestra cortesía me encuentro aquí".
"Este es un día de fiesta
en mi vida…..
Si el
corazón de un hombre está lleno de discordia y malos sentimientos contra usted,
no puede usted atraer lo a su manera de pensar ni con toda la lógica de la
Creación. Los padres regañones, los patrones mandones y los maridos o esposas rezongones
deben comprender que a nadie le gusta cambiar de idea. A
nadie es posible obligar por la fuerza a que convenga con usted o conmigo. Pero es posible
conducir a la otra persona a ello, si somos suaves y amables.
una
gota de miel caza más moscas que un galón de hiel"
"Al
jurado corresponde considerar", "Quizá valga la pena pensar en esto,
caballeros", "Aquí hay algunos hechos que espero no serán perdidos de
vista, caballeros", o "Ustedes, señores, con su conocimiento del
carácter humano, verán fácilmente el significado de estos hechos". Nada de
presión. Ni un intento de forzar las opiniones sobre los demás. Webster
utilizaba el método tranquilo, calmo, amistoso, y esto contribuyó a hacerlo famoso
Empecé hablando de lo mucho
que me gustaba
caluroso en
mi aprobación y generoso en mis elogios'. Lo felicité por la forma en que se
atendía y funcionaba
actitud
amistosa, obtuvo un arreglo muy ventajoso en un caso de reclamo por daños
fábula
acerca del sol y el viento